¿Se le está dando una segunda oportunidad a Lenin?

Vladímir Ilich Ulianov, Lenin, es sin duda uno de los personajes más idolatrados por el socialismo y la revolución obrera. su carismática personalidad unida a lo innovador de sus tesis le convirtieron en fuente de veneración para los seguidores del comunismo quienes le honran como a un santo y hasta peregrinan hasta su mausoleo para adorar su incorrupta momia.

Sin embargo Lenin, al igual que el Che, fue víctima de la época que le toco vivir y se vió inmerso en una debacle de guerras, deportaciones, encarcelamientos, violencia y atentados hacia su persona que le provocaron una prematura muerte a la edad de 54 años.

Venerado por sus seguidores, tras fallecer, su cuerpo fue embalsamado y su cerebro fue objeto de estudio. Segun la versión oficial para localizar la fuente de su genialidad, pero lo cierto es que los bolcheviques, como buenos visionarios liberados de moral religiosa e imbuidos por el materialismo dialectico, crionizaron el cerebro de Lenin con la intención de despertarlo en el futuro.

Pero ¿ha llegado ya ese futuro?
Cretino lo ha investigado.

En los años 70, inmersos en plena guerra fría, la Unión Soviética empieza a percatarse de que su batalla contra el imperialismo yanqui no tiene visos de victoria. Los americanos hacen y deshacen lo que quieren en cualquier lugar del mundo y los rusos además deben vencer disensiones internas como la revolución hungara o la primavera de Praga. El fracaso del intento de llevar misiles nucleares a cuba y la posición norteamericana en la guerra de Vietnam llevan a la Unión sovietica a valorar la posibilidad de volver a la vida el cerebro de Lenin. De hecho se hacen ensayos con disidentes condenados en laboratorios secretos de Siberia con fatales resultados. La ciencia aún no está preparada para devolver a la vida a los órganos crionizados.

Sin embargo, la oposición que la guerra de Vietnam está generando en el seno mismo de la sociedad americana unido al desarrollo de una nueva técnica científica que está teniendo notables resultados, la ingenieria genética, hace que el kremlin se plantee una nueva estrategia: Atacaría el sistema capitalista desde dentro inoculando, como dijo el kaiser Guillermo II en 1917 refiriendose a Lenin, "el germen del virus para su destrucción".

A principios de 1974, y habiendo realizado exitosos ensayos, ADN extraido del neocortex del cerebro de Lenin viaja dentro de un ovulo fecundado a Los Angeles, California. Allí es implantado en el útero de una madre que está en el programa de fertilidad inducida. Ella no lo sabe pero ha sido seleccionada por la KGB por su ascendencia alemana y afinidad genética con el ADN leninista.

El 11 de Noviembre de 1974 nace el nuevo Lenin, un niño cuya misión es destruir el capitalismo desde dentro. Pero las circustancias de finales de Siglo difieren mucho de las del siglo anterior. Los padres del niño se divorcian al año de nacer él y tras varios cambios de domicilio la KGB pierde el rastro de la familia. Posteriormente, el enfriamiento de la guerra Fria, La Perestroika y la caida del Muro de Berlín llevan a la disolución de la inteligencia soviética y a que el programa de Renacimiento de Lenin quede en el olvido.

El pequeño Lenin crece como un niño más. Pero su genética revolucionaria tira de él convirtiéndole en lo más progre que se puede ser en los Estados Unidos: Actor.

Por suerte para vosotros, los cretinos le hemos encontrado y estamos en disposición de desvelaros la identidad del nuevo Lenin, el que tiene en sus genes la misión de devolver el poder a la clase trabajadora: Leonardo Dicaprio.

De modo que si algún día pasais por Kazan, y frente a la universidad os encontrais esta estatua que es un monumento al joven Lenin, no estareis muy desencaminados si pensais: ¡Coño! una estatua de Leo Dicaprio.