Este año seguro que otra vez me toca el Gordo.

No sé por qué la gente de este país tiene interés en que le toque el Gordo. Parece que el Gordo es la solución a todos nuestro problemas, que el Gordo nos hará más felices, pagará nuestras hipotecas y que sin Gordo no hay Navidad. En la calle, en la televisión, en la prensa, no se habla de otra cosa y no sé que tiene el Gordo para que todo el mundo fantasee con él. A mí me la suda un poquillo. Es más, estoy harto del Gordo, que se apalanca año tras año en el sillón de casa, comiendo mantecaos de tres en tres y quitándose el pegote de la garganta con Anís del Mono.Estoy harto del Gordo: de que cante villancicos con la boca llena, de que toque la zambomba y se coma mi comida. Señores y señoras Cretinos: si alguien quiere al Gordo, que venga a mi casa con palos y navajas a buscarlo.