Pero matizo: UNO de LOS mayores. O sea, no el ÚNICO.
Aunque quién lo diría si atendemos a la producción cinematográfica de porno.
Hollywood produce unas 500 películas mainstream al año. Bollywood unas mil. Solo la industria de porno californiano produce unas 10.000. Ni idea de las que se producirán a nivel mundial.
Lejos de parecerme o no desmesurada la cifra, que me la pela(nunca mejor dicho), lo que me parece desproporcionado es la falta de filmografía sobre el resto de los placeres terrenales.
Hollywood produce unas 500 películas mainstream al año. Bollywood unas mil. Solo la industria de porno californiano produce unas 10.000. Ni idea de las que se producirán a nivel mundial.
Lejos de parecerme o no desmesurada la cifra, que me la pela(nunca mejor dicho), lo que me parece desproporcionado es la falta de filmografía sobre el resto de los placeres terrenales.
¿Por qué la gente es capaz de pagar por ver a unos actores haciendo que follan y no pagaría ni un duro por ver a unos actores comiéndose un buen menú de 5 tenedores?
Se me ocurren algunos primeros planos excelentes para ser suficiente explícitos en el montaje de la peli, e incluso se podría poner a los actores en ridículas posturas mientras se comen las cocochas al pil pil.
Como de lo que se trata es de hacer películas en las que se vea gente disfrutando, tampoco hace falta que los guiones sean muy elaborados. Se me ocurre:
Una ama de casa vestida con un salto de cama hace que limpia el salón. Suena el timbre. Abre la puerta y aparecen dos mozos vestidos con un mono azul. "Somos los fontaneros, belleza" dice uno" "¿necesita que le desatasquemos las cañerías?". "Uy" contesta ella "habeis debido equivocaros, pero tengo un cocidito que en el fuego para chuparse los dedos".
A partir de ahí no hace faltan más diálogos, quizá un "UMM!" "AAAHHH" "dame más", frases inconexas a gusto del actor mientras se comen la sopita, los garbanzos, la patatita, mientras mojan pan en el pringue. El cámara se puede recrear en los primeros planos, en la cara de placer de los comensales. El resto de la peli más de lo mismo. Se puede cambiar el decorado y los actores, se puede hacer una escena de carne y otra de pescado, una de vegetas y otra de postres.
Veis por dónde voy, ¿no?. Lo mismo que para el placer culinario se me ocurre para otro tipos de placeres como el de escuchar buena música, que te den un masaje o te corten el pelo.
A partir de ahí no hace faltan más diálogos, quizá un "UMM!" "AAAHHH" "dame más", frases inconexas a gusto del actor mientras se comen la sopita, los garbanzos, la patatita, mientras mojan pan en el pringue. El cámara se puede recrear en los primeros planos, en la cara de placer de los comensales. El resto de la peli más de lo mismo. Se puede cambiar el decorado y los actores, se puede hacer una escena de carne y otra de pescado, una de vegetas y otra de postres.
Hombre, yo no digo que se hagan 10.000 películas al año, pero al menos 4 o 5. Seguro que entre 6.000 millones de terráqueos algo de público habrá. Y en el tercer mundo ni te digo...
8 comentarios:
Joder Javi, qué gran artículo. Es una buena reflexión, apesar de que no entiendo por qué sacas a esperanza. Supongo porque la tienes hasta en la sopa. En cualquier caso merece la pena poner a esperanza en cada post del cretino, así, aunque no venga a cuento. Esta mujer merece todo lo peor... por ejemplo, una intoxicación de mejillones.
Lo dicho, vaya reflexión primo.
la espe se me ha debido colar sin darme cuenta.
creo que lo que quiere decir javi subconscientemente es que la espe tiene más horas en telemadrid que el porno californiano de sus amores!!!
lo que quiero decir en que la espe me pone más que el porno.
lo que no te voy a decir es cómo me pone, que al losantos le han cascado una multa de 360.000€ por ejercer su constitucional derecho a cagarse en los muertos de los alcaldes.
q gran serie fraguel rock!!
Yo flipo con la actitud macarra de la Espe. Que macarrooona!!!!. ¿Eso es la expresión del adjtivo "castizo" que se usa en los mandriles?.
Verdá que si... Parece una macarra de bar con esas maneras.
La pornografía gastronómica tendría sentido en una civilización extraterrestre donde el acto de comer fuera tabú. Véase la escena de "El fantasma de la libertad", de Buñuel, donde se caga en torno a una mesa y para comer hay que ir a un cuartucho oscuro.
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