Tenemos un problema gordo en Barcelona y es que esta ciudad vive de espaldas a sus habitantes y a la vez con los pantalones bajados y el culo dispuesto al turismo de lujo y los empresarios. Tenemos otro también que es común a otras ciudades de la Piel de Toro, y es el poco respeto al medio ambiente y el afán por buscar resquicios legales para el chanchullo y el trapicheo y... salirse con la suya.
La penúltima ha sido la construcción de un pedazo de hotel de lujo a tiro de lacho del mar, pasándose por el forro la ley de costas y las necesidades de los ciudadanos. Uno de los geógrafos más reputados del mundo (David Harvey) cuando lo vió, exclamó: "What the fuck is this hotel doing here!?"; lo que da una idea de la racionalidad de un proyecto ya prácticamente consumado; porque se inaugura el próximo mes.
Un movimiento (o plataforma, no sé muy bien) muy apañao y salao llamado "Bomba a l' hotel vela" ha organizado una serie de acciones protesta como una sardinada popular el mayo pasado, para reivindicar el uso de los espacios públicos por sus dueños: la gente. Y es que el hotel acabará también con una de las últimas playas nudistas de la ciudad condal. Lo último fue un desembarco o más bien abordaje el pasado domingo 27 de septiembre perpetrado por más de 500 personas con colchonetas, canoas y tablas de surf; que acabó con los activistas durmiendo en el recinto. Porque, como muy bien dicen, a trescientos euros la noche que cuesta la habita más barata, no es muy probable que puedan volver a acercarse tanto.
Os dejo con la canción del verano (empieza pasados unos segundos de introducción). Booooombaaaaa!!!
