
Espe no lo oculta. Está en contra de lo público y prefiere el modelo privado tanto para la educación como para la sanidad. En sus dos legislaturas ha cedido la gestión de los nuevos hospitales al capital privado y la mayoría de los nuevos colegios que se construyen son concertados.
Según ella, porque los madrileños tienen derecho a elegir qué educación quieren para sus hijos.
¿Pero es esto cierto? ¿Tenemos derecho a elegir?
Los colegios concertados suelen tener estas características:
- Cobran una aportación "voluntaria" por alumno, que ni es voluntaria ni mierdas. Si no la pagas, te hacen la vida imposible. La suelen justificar con alguna actividad extraescolar (p.e. uso de piscina) que se engloba dentro, no fuera, del horario escolar. Las aportaciones voluntarias pueden ir desde los 50 a los 150€ o más. La Comunidad de Madrid, primero lo negaba, y luego ha dicho que los centros no pueden obligar al pago de esta aportación (ya que se nutren de dinero público) pero lo cierto es que la propia CAM ha llegado a pagar esa cuota voluntaria a población marginal que han tenido que escolarizar en colegios concertados.
- El precio del comedor es sensiblemente superior al de los colegios públicos. Público ≈ 50 ó 60 € . Privado ≈ 120€
- Hay que añadirle el precio de los uniformes y los libros de texto. Muchos centros obligan a que sean comprados en el mismo centro. Dónde combran cuantiosas comisiones.
- El horario extendido y las actividades extraescolares tienen precios desorbitados.
Ahora pongamos que estoy en paro, que no cobro más de 800 euros al mes, pero creo en los valores de la educación concertada. ¿Puedo permitírmelo? ¿Puedo elegir?
Yo no, pero los colegios sí. Algunos de ellos eligen a sus alumnos. Los colegios tienen un punto de libre asignación. Algunos se lo dan, por ejemplo, a los hijos de antiguos alumnos. Conozco concertados que se los dan a alumnos que no tienen padres en el paro.
También utilizan tácticas disuasorias para evitar a los alumnos con necesidades especiales. Por ejemplo, insinuando que no tienen personal especializado suficiente para atender a los niños especiales (Sindrome de Dawn, Autismo, retraso mental, etc) y aconsejando que soliciten los centros públicos, donde sí tienen estos especialistas.
En definitiva, Doña Espe ha conseguido que en escasamente 8 años, los colegios concertados crezcan como la espuma, con una sola premisa, la discriminación económica.
Pese a que la ley educativa obliga a que la población marginal se reparta equitativamente entre centros públicos y concertados, la realidad no es así, porque la población marginal no puede asumir los "extras" a los que obligan los concertados.
El mensaje se ha difundido entre los madrileños con una facilidad supina. Si quieres un colegio sin inmigrantes y sin gitanos, ve a un concertado.
Espe consigue su objetivo. Convertir la educación pública en un gueto, justificar el desvio de dinero a la concertada puesto que cada vez es más demandada, relacionar lo público con pobreza, marginalidad y mala calidad. Con el único objetivo de justificar su desaparición y que todos lo entendamos y lo aplaudamos.
Más o menos esta es la estrategia de Doña Esperanza Aguarri.
Desgraciadamente, le vamos a dar 4 años más para completar su plan neoliberal. Será el momento de emigrar. Digo yo.