Mohamed Choukri

Cuando leí El Pan desnudo, de Mohamed Choukri, cambié toda mi percepción acerca de que debía ser la literatura. Nunca antes un libro me había impresionado y sobrecogido tanto, sobre todo por el hecho de ser un testimonio en primera persona tan distinto a lo que en Occidente entendemos por autobiografía. Lo que unos utilizan como un mero acto egocéntrico, en Choukri es solidaridad, rabia y superación. Y cada palabra va directa a la cabeza o al corazón, porque en su prosa nada es insustancial. En muchos libros de grandes y profundos escritores, los pobres aparecen como algo decorativo, con tintes exóticos, como algo que está ahí, sin voz. Pero en Choukri los pobres toman la palabra y cuentan y denuncian y gritan.