Mujeres que ahogan en alcohol el amor no correspondido de marineros trastornados por un amor perdido.
Tonadilleras que van de hombre a hombre, sacándoles los cuartos pero terminan enamorándose de un hombre casado.
Madres solteras que esperan, en vano, el regreso del amante que va de cama en cama.
Esposas infelices casadas por dinero que lamentan el abandono del amor de su vida.
Mujeres de presos que piden que les dejen llorar sus penas
Esto y más, señoras, es la COPLA.
La mayoría de estas canciones fueron compuestas por el trio Quintero, León y Quiroga en una época en que España era la reserva espiritual ultracatólica de Europa.
Ciertamente, el franquismo se apropió de la copla y la utilizó como vehículo para transmitir valores nacionalistas, el sentir de lo español. Esto conllevó el desprecio de las generaciones de jóvenes de los 60, más politizados que sus padres y más receptivos al mercado musical extranjero recien abierto.
La Copla habla de historias de pasiones y amoríos, a veces prohibidos para la época, que les ocurre a la gente real. De hecho es anterior al Franquismo, que incluso, a pesar de bendecirla y promoverla, también la censuró, para convertirla en más casta.
La copla se empieza a desarrollar en los años 20, curiosamente expresa su máximo desarrollo paralelamente al jazz y el blues americano, donde cantantes como Billie Holiday o Dinah Washington se declaraban Mad about the boy o juegan con el doble sentido en Let´s do it.
En definitiva. Música popular, del pueblo. Cómo lo ha sido el rock, el pop y la música electrónica y que merece ocupar el lugar que le corresponde en la historia de la música.
La Copla habla de historias de pasiones y amoríos, a veces prohibidos para la época, que les ocurre a la gente real. De hecho es anterior al Franquismo, que incluso, a pesar de bendecirla y promoverla, también la censuró, para convertirla en más casta.
La copla se empieza a desarrollar en los años 20, curiosamente expresa su máximo desarrollo paralelamente al jazz y el blues americano, donde cantantes como Billie Holiday o Dinah Washington se declaraban Mad about the boy o juegan con el doble sentido en Let´s do it.
En definitiva. Música popular, del pueblo. Cómo lo ha sido el rock, el pop y la música electrónica y que merece ocupar el lugar que le corresponde en la historia de la música.
6 comentarios:
CANCIONES PARA DESPUÉS DE UNA GUERRA, de Basilio Martín Patino. Creo que la única película en la que el publico acababa a hostias entre ellos, por lo menos cuando se exhibía aquí Madrí en 1970 y siempre con abucheos, gritos, provocaciones…creo incluso que acabó prohibida era la izquierda de entonces quién defendía la peli, frente al facherío que se veía por fin ridiculizado, por primera vez y en público.
No en vano, desde el mes pasado y a partir de ahora se exhibirá permanentemente junto al Gernika en el REINA SOFEA. ¡ Larga vida a la copla ¡
Martín Patino hablando del documental AQUI
Para mi, sin lugar a dudas, la única artista que canta copla y me menea algo por dentro siempre fue MARIFÉ DE TRIANA... Bravo.
bravo por el articulo
no más copleros, no más copleros, no más copleeeeeeeeeeeeeeeeeeroos mueeeeeeeeeeeeeeeeeeerrtos!!!
Creo que incluso durante la República, los autores de copla tuvieron problemas.
Lo que vino después, durante el franquismo, tiene más que ver con las intérpretes que con los autores, ahora, pónganse ustedes en el pellejo de esas mujeres en esa época.
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