23.10.06

Dronga Über Alles


Os dejo con esta imagen, que por si misma ya da escalofrios.

8 comentarios:

FUEN_David Molina Pérez dijo...

Mare del deu!! Adolfito no se anda con chiquitas,no.

Anónimo dijo...

Pero se metía Adolfo o no? Es que también le gustaban los perros. Acariciar perros por la calle también es de derechas?

Fum dijo...

cuando tratas mejor a los perros que a los humanos sí, un poco, creo

Anónimo dijo...

creo ke el desgraciado de aldolf hitler tomaba anfetas.. si no recuerdo mal lo ley en algun lado hace ya lustros..

FUEN_David Molina Pérez dijo...

Anfetas no sé, pero medicarse para evitar sus perpetuas flatulencias sí.
En este link vienen diversas afecciones que padecía este tipo:
http://boards1.melodysoft.com/app?ID=Dickolary&msg=1683

JOSE TOMAS dijo...

Esta bien lo de la flatulencia de Adolf, no dejare de visitar la pagina que recomiendas, Molina.
A mi los perros tampoco me hacen mucha gracia, llenan las calles de mierdas que tengo que ir esquivando, y en cuanto te despistas,..PLOFFF. Pero aun aguanto menos a los dueños, aunque no tomen drogas...

Puño dijo...

hostia, lo del iconfav es una buena idea, mekasidnipoitier. tomo nota pero no prometo nada.

DDAA dijo...

Más que "tomar" anfetas, Hitler era adicto y llegó a recibir ocho inyecciones diarias que le ponía el doctor Morell, su médico personal y fuente de esta historia. Para una relación de todas las drogas que tomab el fuhrer:

http://amphetamines.com/misc/adolf-hitler.html

También Churchill le daba al tema. Según cuenta Sadie Plant:

"- También se utilizaron las anfetaminas con fines militares.
- Sí, durante la Segunda Guerra Mundial fueron distribuidas entre las fuerzas armadas británicas, alemanas y niponas. Los propios dirigentes se aficionaron a ellas. Hitler llegó a inyectarse metanfetamina ocho veces al día y Churchill le comentó a su médico, lord Moran: "Las píldoras que me recetó son todo un éxito. Me despejan la cabeza y me dan una gran confianza".
- ¿Fue a más?
- Sí, muchos jefes de gobierno posteriores repitieron la receta. El primer ministro británico Anthony Eden se enfrentó al conflicto del canal de Suez tomando bencedrina y John F. Kennedy superó la crisis de los misiles de Cuba de 1962 con anfetamina. Bajo sus efectos cometieron muchos errores."


http://www.msc.es/pnd/noticias/html/dic2001.htm

Desde este punto de vista, los diputados italianos no son una excepción a la norma, sino que se ajustan a ella escrupulosamente.