Tras el gran impulso inicial las fuerzas se nos fueron yendo por los sumideros del alma. Eran los locos noventas!!!
Perdimos el contacto interior, físico y mental. El tebeo entró en el limbo y pasaban los meses de calma chicha, había proyectos pero en la luna. Todo muy difuso, en las estanterías del piso de Cascorro las filas de los lomos de colores, rojo, verde y azul se lo comían todo, y Curro lo intuía.
Nadie sabe a ciencia cierta como se prendió la chispa, quizás fue en Galicia donde estuvimos en el primer Viñetas desde el Atlántico y en las jornadas de Orense, entre garimbas, amigos y licor de café; quizás fue en cualquier esquina o en el Lola Lola un viernes por la noche, el caso es que todo tomó vida otra vez, a su ritmo decadente y entre el empujón y la falta de rumbo parimos un tebeo de 120 páginas, si no quieres caldo...
El Cretino número cuatro: Con voz propia en la empanada de tebeos queríamos meter textos y variopintos: Las rayadas de Favnus, las búsquedas de Juan Carlos Usó, las makarradas de Nacho 100% y en la Kaskería entre Patxi Irunzun, Juan Fandango y un preso del Grapo incluimos hasta la poesia de Iñaki Alvero!!!!
Además, dentro del rollito jipi nos dedicamos ilustrar un panfleto sobre los derechos de los animales, sobre las fiestas populares en las que se les maltrata y ya de paso metimos un montón de páginas con bichos.
Fue el último número para los chicos elegantes del mundo del tebeo, y el primero para el profesor Hoffman y personajes humanos como JaviPrieto y este otro chavalín que apuntaba maneras, un tal Skooeh.
Perdimos el contacto interior, físico y mental. El tebeo entró en el limbo y pasaban los meses de calma chicha, había proyectos pero en la luna. Todo muy difuso, en las estanterías del piso de Cascorro las filas de los lomos de colores, rojo, verde y azul se lo comían todo, y Curro lo intuía.
Nadie sabe a ciencia cierta como se prendió la chispa, quizás fue en Galicia donde estuvimos en el primer Viñetas desde el Atlántico y en las jornadas de Orense, entre garimbas, amigos y licor de café; quizás fue en cualquier esquina o en el Lola Lola un viernes por la noche, el caso es que todo tomó vida otra vez, a su ritmo decadente y entre el empujón y la falta de rumbo parimos un tebeo de 120 páginas, si no quieres caldo...
El Cretino número cuatro: Con voz propia en la empanada de tebeos queríamos meter textos y variopintos: Las rayadas de Favnus, las búsquedas de Juan Carlos Usó, las makarradas de Nacho 100% y en la Kaskería entre Patxi Irunzun, Juan Fandango y un preso del Grapo incluimos hasta la poesia de Iñaki Alvero!!!!
Además, dentro del rollito jipi nos dedicamos ilustrar un panfleto sobre los derechos de los animales, sobre las fiestas populares en las que se les maltrata y ya de paso metimos un montón de páginas con bichos.
Fue el último número para los chicos elegantes del mundo del tebeo, y el primero para el profesor Hoffman y personajes humanos como JaviPrieto y este otro chavalín que apuntaba maneras, un tal Skooeh.
4 comentarios:
Albert Hoffmann ya habia salido en el numero 2 del cretino.
Un dia nos encontramos a Tonino Carotone en el tio Vinagre y le regalamos este número como incentivo para hacerle una entrevista...luego no supimos más de él aunque en el segundo disco de carotone hay una canción que se titula la Noria, igualito que el tebeo del raiz que salía en este número.
ejem, ejem, sin ánimo de polémicas, en el número dos salió un Consejo del Profesor, pero no el Profesor en sí y como tal que aparece si en este número cuatro.
Lo de Tonino lo apuntamos en las influencias del Cretino al mundo mundial.
Dividí, sigue así, tu historiografia, que al final algo queda.
:)
¿Alguién se acuerda del colaborador de Rosario, Argentina: Max Cachimba? La verdad que era un lujo tenerle entre nuestras páginas, molaba bastante y dibujaba bonito.
Luego me entere que era por mediación de Olaf que nos pasaba las páginas. Creo que el propio Max Cachimba jamás supo que colaboraba en el cretino, creo.
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