El proceso creativo: Mi modus operandi

Es un poco un perezus operandi. Yo suelo dibujar un ratillo todos los días, caras, posturitas, una casa, una calle, una viñeta suelta, una frase, un diálogo, 15.000 burbujitas, y lo guardo todo. Cuando llega el momento de dibujar una historieta voy ojeando lo que hay en la carpeta y de lo que se trata es de unir los pedazos, de darle una cohesión, una trama y un bonito desenlace.


Eso suele ser lo más difícil. Siempre hay cosas que se quedan fuera, no puedes abarcarlo todo, no vale dispersarse mucho por que la historia no se entendería. Hay que seleccionar, concretar y lo que no valga para esta vez ya se utilizará en otra ocasión.


Una vez que tengo más o menos claro lo que voy a contar y como hacerlo ya todo es coser y cantar, en unos cuantos días los lápices, luego la tinta, los bocadillos, borrar, escanear y alejop!!!


Hablando de lo más inmediato que voy a dibujar, la historieta para el especial bakalas y otras hierbas, pues ahí estamos. Por un lado tengo uno o dos comienzos, alguna viñeta guapa que me gustaría meter, reciclar algo antiguo, meter dos o tres chistes y todavía no se como acabará la cosa.


Para empezar no se si tirarme por la historieta de humor y salvajadas u optar por algo más trascendental, introspección autobiográfica con metafísica tuneada. Así que he decidido dejar los días pasar, volver a la casilla de salida y dentro de un mes ponerme a dibujar lo que tenga acumulado. Ya veremos lo que sale.