11.5.11

¿Qué tal llevamos el coñazo?

Cada vez que hay elecciones se me plantea el dilema moral de si votar o no a unos tíos que no me gustan para intentar evitar que ganen otros que me horrorizan. Cada cual debe resolver este problema como mejor le parezca, eso sí, es conveniente evitar las informaciones sobre actos electorales, espacios de propaganda y demás insultos a la inteligencia, porque producen unas ganas enormes de irse con Paquirrín a vivir en una isla desierta.

1 comentario:

Joaquin dijo...

gueniisimo jojo