Siguiendo con la noble iniciativa cretina de dedicar el mes de agosto al boceto y los procesos de creación aquí os traigo unas viñetas de la última historia que hice para el
Kiss Comix, que se publicará en septiembre. Advierto que lo que sigue casi lo he redactado al modo de un tutorial, con lo cual para alguien que no le interese el tema técnico puede ser un pestiño leerlo.Pido disculpas.
Veamos: Empiezo haciendo bocetos y planteando el guión en un bloc de dibujo normal donde puedo guarrear a gusto y planificar lo que va a ir en cada página. Luego paso a dibujar en la página de papel definitiva (papel Caballo, of course), primero a lápiz:
(Pinchar en la imagen para ampliar)Y luego paso a tinta con el pincel al modo tradicional. Estas historias porno las paso a tinta a mano porque así controlo mejor el trazo, las de otras temáticas las entinto con la
wacom. El ordenador me permite trastear y modificar el orden de las viñetas según me convenga si durante el proceso alguna viñeta no me convence o no se ajusta a la narración. En este caso la primera viñeta me parecía muy floja y la cambio por un primer plano pectoral bastante más atractivo. Otra ventaja que ya explicaba Javierre en su post anterior es que así puedo conservar los dibujos a lápiz que antes perdía al entintar. Al entintado le añado un color gris de base para homogeneizar:
Esa base de gris la voy trabajando sombreando con photoshop como lo haría con un pincel y acuarela, uso uno de los pinceles básicos y un solo tono de gris con distintas opacidades.
No me importa que el resultado no sea muy limpio aún, en el paso final lo difuminaré todo.
Añado otra capa de gris más oscuro que va definiendo más los volúmenes, y otra capa más con negros casi opacos.
Por ahora hemos terminado con el photochop, abro el archivo en Corel Painter, un programa que tiene unos pinceles acojonantes, que están ordenados como si se tratara de las herramientas de pintura clásicas (pinceles, pastel, óleo, lápiz, etc…) elijo uno de la lista de pinceles para difuminar y empiezo a difuminar mis viñetas como lo haría si hubieran sido dibujadas con carboncillo o pastel, esto hace que el resultado final ofrezca unos volúmenes potentes y mucha limpieza en el acabado. Para terminar vuelvo al photochop y le saco algunas luces blancas con la herramienta sobreexponer.
Ya sólo me queda rotular y enviar por email justo antes de que les dé un tabardillo a los del Kiss por mi tardanza.
Aquí os dejo algunos lápices más de esta historieta, que por cierto cuenta una historia real que le pasó a uno de esos amiguetes que cometen la imprudencia de contarme alguna aventurilla erótica. Eso es lo que necesito, historias reales como la vida misma, y se preocupen que yo siempre guardo el anonimato. ¡Faltaría más!